lunes, 21 de mayo de 2007

Mexico d.f... ciudad de contrastes..

Hoy he visitado las lomas, uno de los barrios mas exclusivos de México. Aun no había estado y me sorprendió la enormidad de las verdisimas lomas, unas manchas de enormes de casas-chalets y lujosos edificios banyaban un conjunto de colinas que subían y bajaban dando le un aire de montañas verdes salpicadas de blanquisimas pareces y de rojizas tejas. Las montañas seguían seguían, la grandiosidad de las casas y vallas que las protegían crecían mientras me acercaba a mi destino, la casa de un amigo de infancia de mi padre ahora un vicepresidente de un gran companyia en Méjico.
La casa resulto igualmente de espectacular, con un gran salón rodeado por ventanales abierto a un segundo piso con pasillos como balcones. La barnizada madera y el marmol beige inundaban la estancia y mas parecía una foto de una casa hollywoodense que un verdad casa donde vivía gente. Me invito a un sandwich y a un cafe en el comedor, donde tuvimos una charla divertida y muy interesante antes que llego el resto de su familia y la empleada. Parecía que además de sonreirle la fortuna tenia una familia muy afortunada,todos eran muy simpáticos y animados, y disfrute de una bonita y familiar cena.
Al marcharme por la noche deje el barrio en uno de los populares peseros (autobuses) seguramente rodeado de todos aquellas personas que trabajan como choferes, empleados domésticos, guardias, etc... de aquellas pudientes familias. Fue como bajar a otro planeta, ya no estaba en ese mundo de mármol, cerámica y madera volvía a estar en el mundo del hierro despintado, los asientos de plástico y esa luz amarillenta y difusa que existen en estos peseros. Las ropas lindas y de moda se sustituyeron por chandals, vaqueros y camisetas de dudisimo gusto, así como los peinados lacios y cuidados , el cutis cuidado y mate cambiaron al moreno de la piel, a los pelos desordenados y a los ojos marrones y profundos.
Siguiendo el camino el bus paro en un semáforo, donde una morena mujer mayor con la cara pintada de payaso, sostenía encima de sus hombros a un niño igualmente pintado y disfrazado con un culo enorme y desproporcionado que sugería su profesión. La señora movía sus manitas de un lado a otro resultando en movimiento gracioso de izquierda a derecha, que se remataba con el movimiento pendular del falso culo del niño. Pero algo fallaba en el cuadro, la cara de la mujer y del niño no sonreían como payasos sino que transmitían cansancio y tristeza...
Después de la actuación recorrieron de la mano los multiples coches de lujo del semáforo, sin obtener nada, ni dinero, ni siquiera una mirada compasiva o un "no molestes" de los conductores. Estos parecían no haber prestado atención al pequeño circo que se desplegó ante sus parabrisas bws o mercedes, ignorando a sus actores.
O acaso estos actores, que danzaban como payasos por necesidad ante los amos por unas miseras monedas, ya no resultaban ni siquiera graciosos o dignos de la atención por dichos amos? Que harían entonces? Si el que lo tiene todo no ve al que no tiene nada?....
Todo esto me da mucho que pensar.