sábado, 9 de junio de 2007

Había una vez un país.. ( reflexion despues de las elecciones)

Había una vez un país que gracias al bombo inmobiliario, la inmigración y la contención de salarios experimento un enorme crecimiento económico enladrillando todo lo que se puso a su paso. Todo el mundo se volvió loco a firmar hipotecas a 40 años, comprar viviendas carísimas, segundas viviendas y todo lo que estuviera hecho de ladrillo. El milagro del ladrillo con sus incrementos de dos puntos anuales los volvía “ricos” y creían que aumentaba sus patrimonios tan exponencialmente como el precio de los pisos.

Los de arriba ante la avalancha del dinero que crecía y crecía año tras año se olvidaron de sus funciones, dedicando más y más tiempo a facilitar el camino del monstruo de la construcción. Construir en zonas protegidas, obtener sobornos por los permisos, recalificar terrenos rústicos, apoderarse de terreno público, sobornar, dinero, dinero, dinero… era tan fácil conseguirlo en puestos públicos!

Después de un tiempo “maravilloso” y un cambio de los de arriba, algunos jueces y algunos periodistas empezaron a hacer sus funciones denunciando, investigando e imputando a cantidad de ediles de todos los partidos. El pastel se había descubierto y todos tenían sucias las manos. Pero esto nos los detuvo, nadie era expulsado y repudiado por su partido, se aceptaba lo inevitable pero se escondía y no se hablaba de los demás.

Un día llegaron las elecciones, uno de los pocos procesos que tienen los de abajo para controlar a los arriba, estos últimos se preguntaron:

Que hacemos? Tenemos a cientos de ediles imputados por el ladrillo…

- Si, lo sé. Pero recuerda, muchos son hasta presidentes de su provincia, altos cargos, gente que no aceptara salir de allí sin armar escándalo…

- Mas ruido es lo que menos necesitamos, podían caer hasta nuestras cabezas.

- Creo que estamos jodidos, caerán algunos, los menos cuidadosos. Pero creo que la única salida es dejar a cada quien que siga…

- Que siga?

- Si, eso , que se vuelvan a presentar todos en las elecciones, lo contrario los haría culpables a los ojos de todos… Además son buenos, algunos hasta ganaron por mayoría absoluta… Dejémoslos hacer…

- De acuerdo, tienes razón. Que se presenten… el pueblo juzgara… que caigan los inútiles, si no saben controlar a los de abajo, no se merecen estar ahí.

- Si perderemos a algunos, pero otros puede que permanezcan en su cargo. Algo ganaremos.

Entonces llego el día de las elecciones en este imaginario país, cientos de imputados o incluso sentenciados se volvieron a presentar en todos los cargos públicos. La prensa aireo sus casos, sus delitos, sus fortunas… Y TODOS ellos perdieron sus sillas de poder, cayeron muchos puntos porcentuales y otros partidos asumieron sus lugares. Se descalabraron mayorías absolutas, años del mismo color en los ayuntamientos, vidas de viejos políticos y nuevas promesas ediles desaparecieron, se esfumaron.

Los de abajo habían juzgado correctamente y habían echado del poder a quien les robaban, les ignoraban , destruían el medio ambiente y provocaban la burbuja que nos convertía primero a todos esclavos de las hipotecas, y después en pobres… Los de abajo eran sabios, los habían echado de una vez por todas a todos.

Nota: Perdón, estoy fuera del país, supongo que esto no es imaginación mía y esto es lo que dicta el sentido común y el mínimo sentido de la democracia. Esto es lo que paso, verdad? Verdad? Ningún imputado repitió una mayoría absoluta, o logro porcentajes históricos para su partido, ni repitió como alcalde o presidente de la comunidad. Verdad?